Robos en la vía pública

Los más frecuentes y conocidos son el tirón y  la sirla o robo con intimidación, usando normalmente un arma blanca (navaja, cuchillo, etc.).

Al primero de ellos, se le puede hacer frente caminando por la acera y  los objetos (bolso, maletín, etc.) llevarlos por el lado de la pared, y siempre que se pueda, en dirección contraria a la que circulan los vehículos. Igualmente, es aconsejable no ostentar las joyas que podamos llevar en el cuello (collares, cadenas, etc.).

En cuanto al segundo, lo recomendable es caminar siempre por zonas transitadas. Si es en horas nocturnas, hacerlo por calles iluminadas y, a ser posible, acompañados. Una acción que normalmente da buenos resultados es, cuando sospechemos que una persona intenta cometer sobre nosotros un acto delictivo, mirarlo directamente a los ojos, sin apartar la vista del mismo. Si aún así intenta atracarnos tendremos una visión perfecta de su cara para posteriormente describírsela a la Policía.

No obstante, si somos víctimas de un delito de estos tipos es recomendable memorizar los mayores datos posibles del autor o autores, tales como raza, pelo, altura y vestimenta. En el caso de que haya utilizado algún tipo de vehículo, es muy conveniente recordar la marca, modelo, color y matrícula, así como signos distintivos: golpes o abolladuras, adhesivos, etc. Es muy aconsejable que cuando suframos un robo de estas características se proceda inmediatamente a llamar por teléfono a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Policía Local, Guardia Civil o Cuerpo Nacional de Policía.

ROBOS EN VIVIENDAS

Existen unas pautas de comportamiento para hacer más difícil la visita de los amigos de lo ajeno a nuestro domicilio, cuando estamos ausentes del mismo:

  • No comentar a personas desconocidas nuestra ausencia.
  • No hablar con conocidos sobre tal cuestión en público.
  • No dejar copias de las llaves del domicilio en perfectos escondites.
  • Procurar que un amigo o vecino nos recoja la correspondencia del buzón.
  • Facilitar a un vecino un teléfono donde pueda localizarnos.
  • Si es posible, instalar un temporizador que encienda alguna luz de la vivienda a determinadas horas, así como que ponga en marcha la radio por ejemplo.

ROBOS EN VEHICULOS

Son uno de los delitos más frecuentes y, a la vez, que más fácil se pueden impedir. Basta con no dejar nada de valor en el interior del vehículo. Si por el motivo que sea (trabajo, viaje, etc.) ello es imposible, es conveniente que nunca quede nada a la vista, pero no se deberá de guardar a la llegada al lugar de aparcamiento, sino antes, para así no ser observados escondiendo los objetos. No obstante, siempre será preferible estacionar el vehículo en un aparcamiento vigilado.

Si a nuestra vuelta comprobamos que nuestra vivienda ha sido visitada por los cacos, no tocar nada y dirigirse inmediatamente, una vez hecho inventario de los objetos que nos faltan, a las dependencias policiales más próximas al objeto de interponer una denuncia, allí seremos informados de los trámites a seguir.